Donde Encontrarnos
Situada en la costa meridiano-occidental de la isla, Tarrafal de São Nicolau es una ciudad marítima y puerto de pescadores, y su existencia misma se articula a compas de los ritmos del mar.
La llegada a la isla, con su naturaleza libre de toda contaminación acústica o turística, nos remite a una realidad de costumbres antiguas, en la que la convivencia con la población de São Nicolau es afable y tranquila, en la que el tiempo se toma su tiempo y todo puede quedar para mañana. Mañana podemos ir a pescar con los pescadores locales. El mar, con su gran riqueza en pesca de calidad, atrae a pescadores deseosos de conquistar sus trofeos. Ciertamente, diversas son las variedades de pescado a nuestro alcance, entre ellas el gigantesco aguja azul del Atlántico (Makaira nigricans, especie de marlín que habita en aguas cálidas del Atlántico) así como el atún, el pejerrey o anjova u otras especies de grandes dimensiones.
Tarrafal presume de una bellísima playa de origen volcánico, de arenas negras ricas en yodo y titanio, muy codiciadas por quienes padecen artritis. Las playas negras son altamente terapéuticas, y los suelos marinos poco profundos que circundan la isla hacen que el mar se mantenga templado todo el año, prolongando la posibilidad de tomar baños medicinales incluso en invierno. La calidez del agua y unos suelos marinos en los que proliferan múltiples especies marinas, de pulpos, sepias, langostas, bogavantes y morenas, recompensan ampliamente a los cazadores submarinos. Tarrafal, antesala de los vientos alisios, permite a las embarcaciones a vela hacer un último alto en el camino de poniente, para poder luego zarpar mar allende hacia los costas del Caribe.